A partir de una amplia gama de capacidades que mejoran la eficiencia y la productividad, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un elemento innovador para el sector inmobiliario. De hecho, es el corazón de la revolución tecnológica que vive la industria actualmente y son cada vez más las proptechs (startups dentro del sector de bienes raíces) que advierten la necesidad de utilizar IA.
Qué es la IA generativa y cómo transforma el sector inmobiliario?
La mayoría de los profesionales del sector se vienen beneficiando especialmente de la IA generativa, una suerte de subconjunto de la IA tradicional, en el que una máquina puede crear imágenes, videos, texto, audio, código o entornos virtuales originales a partir de un conjunto de contenido existente. Tanto la IA tradicional como la generativa tienen la capacidad de optimizar el funcionamiento de las empresas inmobiliarias en sus múltiples procesos, tanto comerciales, de marketing, de análisis de mercados y valuaciones, entre otros.
Hablamos de una tendencia que se acelera año tras año. Según la encuesta de perspectivas de bienes raíces comerciales 2024 de Deloitte, más del 72% de los propietarios e inversores inmobiliarios de todo el mundo ya destinan o planean destinar dinero para algún tipo de soluciones habilitadas para IA dentro de sus organizaciones.
Y aunque existen muchos mitos y falsas ideas alrededor de las herramientas de IA –que son difíciles de usar, que eventualmente reemplazarán a los corredores y a los agentes, entre otros–, en realidad, se trata de una herramienta, no un reemplazo: cuando se usa correctamente, la IA puede mejorar cualquier negocio sin quitarle el toque humano que requiere el sector inmobiliario. A partir de cantidades masivas de datos y el uso de algoritmos, estas nuevas tecnologías ayudan a crear un mercado más eficiente y transparente, en el que tanto los compradores como los vendedores puedan tener la confianza de que están recibiendo un trato justo.
Ventajas prácticas: del análisis de datos al marketing inmobiliario
En el caso de los compradores, la IA y la realidad aumentada consiguen potenciar las experiencias al reducir las incógnitas: no sólo ayudan a ahorrar dinero, sino que también alivian el estrés y la ansiedad. Y en el caso de los vendedores, recursos clave como la puesta en escena virtual mejorada con IA pueden aumentar las consultas sobre propiedades hasta en un 200% en comparación con los métodos tradicionales.
“Una de las aplicaciones clave es el análisis predictivo, que aprovecha datos históricos y algoritmos para pronosticar tendencias y realizar predicciones precisas. Los profesionales del sector inmobiliario pueden usar herramientas basadas en IA para analizar las condiciones del mercado, evaluar el valor de las propiedades e identificar oportunidades de inversión con mayor precisión. Al aprovechar el poder del análisis predictivo, las empresas pueden tomar decisiones más informadas, mitigar riesgos y optimizar sus estrategias para mantenerse a la vanguardia en un mercado competitivo”, advierten los expertos de la National Association of Realtors (NAR), de Estados Unidos.
Mejoras para clientes y agentes: experiencias más eficaces con IA
Asimismo, la visión artificial, otra faceta de la IA, permite analizar imágenes y videos de propiedades, extraer información valiosa e incluso identificar características como piscinas o jardines. Esto no solo mejora la eficiencia de la valoración de propiedades, sino que también mejora la precisión de los anuncios, ofreciendo a los compradores potenciales una visión más completa de las propiedades que les interesan.
En el trabajo diario de corredores y agentes, cientos de herramientas de vanguardia –desde la toma de notas digitales hasta los recorridos en 3D– consiguen optimizar los procesos y mejorar las interacciones con los clientes. En un mercado que cambia a pasos acelerados y se transforma, contar con las herramientas adecuadas ayuda a sumar valor y puede marcar la diferencia.
Será por eso que entre los actores más vanguardistas del sector inmobiliario se maximiza el enfoque híbrido, en el que los profesionales de carne y hueso potencian sus habilidades a través de las nuevas tecnologías: saben que mejorar las experiencias, tanto de los clientes como de los equipos de trabajo, resulta la mejor ecuación.