A pesar del contexto recesivo, el sector inmobiliario argentino cierra un año que estuvo signado por transformaciones positivas. Desde la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (CAMESI) consideramos que la coyuntura ha dado paso incluso a nuevas oportunidades que moldearán el futuro del mercado.
En primer término, 2024 marcó un punto de inflexión para el mercado de alquileres: con la nueva regulación sobre la Ley de Alquileres, se observó un incremento en la oferta de propiedades para alquiler residencial y comercial, y eso alivió parcialmente la alta demanda en algunos segmentos. A su vez, este fenómeno permitió una estabilización relativa en los precios de alquiler, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas.
También se expandieron las empresas de servicios inmobiliarios complementarios. Nuevas empresas, nacionales y extranjeras, entraron al mercado local reflejando un entorno más confiable para las inversiones gracias a la estabilidad cambiaria y la desaceleración inflacionaria.
En segundo lugar, advertimos el positivo impacto de algunas medidas del gobierno nacional, como el Blanqueo de Capitales. Establecido como un hito fundamental para el sector inmobiliario este año, este régimen permite a los contribuyentes declarar activos no registrados y destinarlos específicamente a la compra de inmuebles, con alícuotas progresivas que favorecen la adhesión temprana.
El blanqueo de capitales derivó en una dinamización del mercado, así como en un fomento de la inversión y un aumento en la confianza en el sector. En ese sentido, y con el blanqueo como uno de los pilares de reactivación de 2024, el sector inmobiliario se posiciona como un motor clave de la economía, generando empleo y ampliando la oferta de viviendas.
“La inyección de capital desde el blanqueo está impulsando la adquisición de propiedades, especialmente en desarrollos en pozo, generando un flujo de operaciones clave para desarrolladores y constructores. Asimismo, esta medida incentivó el retorno de fondos al país, canalizando inversiones hacia proyectos estratégicos. Finalmente, el blanqueo refuerza la percepción del sector inmobiliario como un refugio de valor, atrayendo a inversores locales interesados en aprovechar las oportunidades fiscales”, indicó Sergio Weber, miembro de la Comisión Directiva de CAMESI y presidente de Coldwell Banker Argentina, Uruguay y Paraguay.
En tercer lugar, desde CAMESI destacamos el regreso gradual del crédito hipotecario, ausente durante años para el acceso al financiamiento. Por un lado, el crédito hipotecario está permitiendo a sectores de ingresos medios dar el paso hacia la adquisición de su vivienda propia, ampliando significativamente la base de compradores en el mercado. Por otro lado, con opciones de financiamiento más accesibles, se está experimentando un aumento en la demanda, y eso impulsa la actividad en toda la cadena de valor.
“Más de 24 entidades bancarias han comenzado a brindar créditos para la compra de inmuebles. Si bien aún no hubo un número muy grande de operaciones, creo que de la mano de cierta estabilidad macroeconómica habrá un crecimiento de las operaciones de compraventa”, estimó Mariano García Malbrán, presidente de CAMESI y presidente de Keymex Argentina y Keymex Latinoamérica.
En cuarto término, creemos que el DNU 1017/2024 marcará un antes y un después en el acceso al crédito hipotecario en Argentina al introducir innovaciones como las hipotecas divisibles y la posibilidad de registrar boletos de compraventa para unidades en construcción. Este decreto busca dinamizar el sector inmobiliario y reducir barreras legales y financieras históricas.
En quinto y último lugar, en 2024 el sector inmobiliario argentino vio un avance significativo en la adopción de tecnologías PropTech (Property Technology). Herramientas como plataformas de gestión digital, visitas virtuales y sistemas de análisis basados en inteligencia artificial están revolucionando la manera en que se compran, venden y administran propiedades. Este cambio no solo agiliza los procesos, sino que también mejora la experiencia del cliente y optimiza la toma de decisiones.
Si bien enfrenta desafíos, el mercado inmobiliario ha sabido generar oportunidades significativas. Desde CAMESI estamos convencidos de que la recuperación del crédito hipotecario, la adopción de tecnologías innovadoras y el desarrollo sostenible serán motores clave para el crecimiento.
Con estrategias adaptativas y un enfoque en las demandas del consumidor, el sector puede posicionarse como un pilar de la reactivación económica y social de cara al año que viene.
